Todos hemos experimentado alguna situación que nos ha afectado, pero que hemos conseguido superar.
Resiliencia deriva del latín ‘resilio’ y significa: ‘saltar hacia arriba’, ‘rebotar’, ‘tomar impulso’. En el comportamiento humano, resiliencia es la capacidad para aceptar, resistir y sobreponernos a situaciones adversas que nos causan dolor. Una competencia que debemos trabajar con nuestros hijos para que aprendan a gestionar la realidad que les toque vivir, con el máximo bienestar emocional posible.