Consideramos que estos hechos merecen una reflexión por parte de los profesionales de la orientación educativa y por ello, queremos manifestar lo siguiente:
- El hecho acontecido debe tratarse como un hecho excepcional y no guarda relación alguna con ninguna manifestación de clima violento en las aulas de los centros españoles.
- Es más, en las aulas españolas se trabaja concienzudamente por la convivencia escolar y este aspecto ha mejorado de forma sustancial en los últimos años.
- El alumnado, en los centros educativos, necesita un seguimiento que contemple más aspectos que los educativos, es decir, variables relativas a la salud, situación social y familiar, que sin duda influyen decisivamente en su desarrollo.
- Este seguimiento precisa de profesionales cualificados para ello, es decir, especialistas en orientación educativa.
- La UNESCO recomienda que la ratio adecuada es de 1 profesional de la orientación por cada 250 alumnos/as, siendo la ratio de España muy superior a los 1.800.
Por todo ello, como profesionales de la orientación educativa, queremos hacer público este comunicado y recordar a la sociedad y a la administración educativa, máxime en estos momentos de cambios legislativos, que la educación es mucho más que el aprendizaje de contenidos, pues consiste en ayudar al alumnado a desarrollarse como personas, buenas personas, para poder convivir en nuestro mundo y hacerlo cada vez mejor.